ADRIAN
VALDES MONTALVAN
Curriculum vitae
Cuadernos de poesía:
"Afasia"; "Veinte poemas para no afeitarse".
- DEL CUADERNO DE POESIA:
"AFASIA"
-
- ADOLESCIENDO
-
- I
- La mejilla que ha fugado,
- retorno del aliento al imperio del polvo.
- Ver desierto el sillón y usted el
retrato.
- Crecer, también esto:
- infinito y temor, el ejercicio
- de irnos quedando solos.
-
- II
-
- La infancia no es el país
- donde mirar atrás florece siempre:
- Abuela en su jardín y las gaviotas,
- revoloteando mis castillos
- de arena, se salvan
-
- III
-
- La noche se estira como un gato.
- El hijo pródigo en el vano de la puerta,
- así como San Francisco amansó al lobo.
- Así el tiempo es la cordura
- y el perdón, siempre el perdón.
-
- IV
-
- En esta casa:
- puntal como telarañas, ombligo como el
mundo,
- solamente la no mujer
- y solo
-
- SER, SENTIR, SABER
-
- Ser, una bola de billar pensando al
jugador.
- Sentir, que el mundo sería mejor si tú
estuvieras.
- Saber, que una bola de billar no decide
las jugadas.
-
- IRLANDA
-
- Estas semanas de miedo
- pero la sangre despeja el nublado de los
buitres.
- No es el beso el amargor ni el luto en el
brocal.
- Entiendo: no viajaré esas naves con velas
amarillas.
- Pero entiendo también: la agonía es un
fin.
-
- BASHO Y EL TIGRE
-
- Se regocija en tu vientre la luz de las
persianas.
- Un animal rayado
- sobre el lecho, duerme.
- Un fuego y un cigarro en el humo que te
pierdo.
- Queda el verso de Basho y este ciruelo,
tanto.
- En la estación los pasajeros.
- El escritorio una nota.
- Encima, el libro de Haiku
-
- CASANDRA Y LOS ARQUIPTEROS
-
- La luz del matadero y los insectos:
- se han lanzado a sus dominios pero es la
muerte.
- Un arquíptero, no puedo
- negar mi naturaleza.
- Casandra fue el silencio
- siempre
-
- MUEBLES
-
- Sopor del analista en el estío:
- inodoro y pecera
- el mismo mueble
-
- THE COMMON SENSE, THE COMMON BALL.
-
- Una pelota
- cayó sobre mi cabeza.
- No recuerdo ningún parque.
- No recuerdo a Dylan Thomas.
- Pero juro ser amigo de los murciélagos y
el no viento
- y sólo la gravedad
- me impide que los imite.
- El plenilunio sería
- ideal para dormir de cabeza
- pero el techo está más lejos que el
sentido común
-
- HEMORROIDES
-
- Recordar lo inasible:
- el deseo se me posa como un adverbio en la
espalda.
- Graznido y arsenal,
- te apoderas de mi oreja
- y ya no queda más alternativa:
- Hacer que el dolor sufra,
- periódicamente,
- bañitos de asiento y calma.
- Aplicar alguna crema en la zona
- y esperar a que regreses
- a tu lugar
- putica
-
- EL PENULTIMO EXPERIMENTO DE PAVLOV
-
- Desde tú
- la cornisa es una hermana menor
- del suelo.
- Sé que no fue un error tampoco Malthus,
- los noticieros me divierten, los pongo a
todo volumen.
- Los Balcanes y Bangla Desh
- son puntos equidistantes.
- Soy envidia de Dalí en su paranoia.
- Cuando estás
- soy el penúltimo experimento de Pavlov,
- soy saliva
-
- PANDEMONIUM
-
- Ha venido oscureciendo
- a establecer sus tiendas junto a mis
posesiones.
- Mujer de ubres como el mundo, pasión del
taxidermista,
- en su vagina podrían caber todos los
pozos del Golfo.
- El rubor es un síntoma
- que ignora. Una llave de cristal.
- Es por eso que todo se abre y el templo es
una ruina
- si ella pasa.
- La ingravidez y el piso son contrarios
- pero los huesos de mis alas ya no son
levedades.
- Muchos años, muchos besos atrás
- lo hubieran sido
-
- AFASIA
-
- La nieve
- me habrá de herir como me hieren tus
ojos,
- los desechos radiactivos y los aviones,
- como me hieren los siniestros y los
derechos,
- como se hiela mi sangre y todo el
páncreas.
- Me duele,
- no hay mayor ortopedia que un diccionario
- un perro atento a la voz de una vitrola
- una nariz que decrece en pesimismos
- una coriza y esto.
- ¿sabes?
- no tiene sentido, sólo cuerpo.
- La tierra tiembla y la semiótica me
inquieta.
- La tierra cede y se persigna algún
desastre.
- Dignificarlo todo, ignifugarlo todo.
- Pero.
- adivina porque es fácil,
- también la ignorancia
- me duele inconsolable.
- Sería magnífico templarte a fuego lento.
- El acero es la daga, el vaticinio,
- hasta que el séptimo de los sellos se
libere.
- Algo así como un fin, algo así como un
algo
- que descienda sobre el mundo en el
siguiente
- destruyendo lo que queda, destruyendo
-
- ESPELEOLOGIA*
-
- Porque el ojo de tu culo es tan perverso
- como la espeleología y los hallazgos
- es fuerza adentrarse,
- estalagmita deshaciéndose en la punta,
- a pesar de que tu vulva se desdoble en
paralelos
- o tu boca desmenuce condenas contra
natura.
- Aunque no sea París este tango y los
anfibios
- prescindan de analgésicos, disfruta como
un ángel que disiente
- desenroscando mis testículos del pubis,
- obsequiando un bandoneón de saliva a tus
entrañas.
- Yo secuestro tu placer y en él me pierdo.
- Esta puerta,
- la ultredad y el desconsuelo me
acompañan.
- Mi sonrisa es por la astucia de tus
pliegues.
- Rompe, pierde
- su ceguera y al incendio
- van faltándome, mordiéndome las llamas,
- devorándome la noche.
- Es mi voz en el abismo, acompaña tu
lujuria.
- Mi irrupción es mi sedante, mi optimismo
no es
- mi alivio
-
- GOTTFRIED WILHELM LEIBNIZ ES UNA
AMETRALLADORA QUE DISPARA AL REVES Y NUNCA CESA
-
- Al universo le falta un tornillo
- y otro a Leibniz.
- El ozono es una grieta entre tus piernas
- y es que crece una alfombra con que
sueño,
- donde pasta el minotauro y cornamenta
- los aplausos.
- Tu amor horario de oficina y libaciones
- el perro descamado y la corista
- tu amor triple sentido y ejercicios
secretos
- tu amor el té a las seis
- la galletica de crema para mojar entre las
lágrimas
- tu amor ametralladora
- una máquina de escribir y un gato pardo.
- Tu amor y los otros.
- Ocurre algunos días.
- El resto, no
- por suerte.
- Ginocéfalos vuelven a andar entre las
carnes.
- Sólo calma el dolor
- un fármaco y muchas dosis.
- Entre todos los espectros el tuyo es
soprano.
- Me corta el aire este virus, me inflama de
endopatía
- porque sentarme junto al mar es copular
con las sirenas.
- Nadie me espera, no soy Ulises,
- y ningún sitio...
- Las palabras del hechizo
- son tan mías como tú que ya no
- lo eres, pero tu alfombra es un evangelio
que perdura.
- Sólo sobre mí el aguacero y la punzada.
- Puedo hacerme propietario de muchos
cuerpos,
- marcarlos con el hierro como cabezas de
ganado.
- Señora reloj de arena,
- arena que me quiebras el cristal.
- Cristal pacífico
- como las bombas y el pudor de las
señoras,
- tengo urgencia de usted junto al ombligo
- y un poco más abajo
- y un poco más
- abajo
-
- EQUIPAJE
-
- El pluviómetro un corsé, la cortina un
candelabro.
- Dos mujeres se besan ante mis ojos.
- Una onza y otra onza, estereoscopio,
- se besan sobre mi lengua, bajo mi esperma
se besan.
- El latido de mis dientes les sonríe
- pues ya pueden alcanzarme sus lenguas de
megaterio.
- El placer es cualquier cosa menos fósil.
- En la escalera de incendios la tierra es
baldía.
- El bogavante se hizo a un lado,
- el compresor en cada lóbulo
- rechina
- Yo, que nací de un huerto sin fronteras
ni dioses
- esbozo profandad en el hipogastrio,
- disfrazándome de mástil donde izar el
vellamen.
- Gemido entre las vísceras,
- gemido electrodoméstico,
- penumbra cariciosa y caricia ella misma.
- Aquí no tiene la metafísica un embargo.
- Más de algún conocido mover la cabeza.
- Derecha:
- horizonte que navega en el pecado.
- Izquierda:
- barrunto que excomulga las licencias
- La columna, en cada nido, es un candil y
convulsiona.
- Esta onza que devora a su espejo, es la
belleza.
- Mi cerebro, el mistagogo, no explosiona.
- Engranaje es una mueca y el retablo
- junto al maullido de Elliot por las
tardes,
- y la madre y el deseo
- de la madre, su equipaje
-
- NO, YO NO ESTUVE EN LAS TRINCHERAS
JUNTO A GUILLAUME APOLLINAIRE*
-
- Mujer bicarbonato mujer glucosa
- desabróchate las manos frente al espejo.
- Me sonrío
- descabellando tus dedos, frente al espejo
tiemblo,
- coraza y un graffitti
- gravitándome la córnea en tus pezones.
- La subversión reinventa manifiestos.
- No, yo no estuve en las trincheras junto a
Guillaume Apollinaire
- cabalgo tus violencias sin aliento,
- el pudor es un logos que no marca entre
los dardos.
- Sin aliento tanta euforia de candil
- libando el néctar en tus bragas,
- sin aliento los latidos,
- la eufonía sin aliento.
- He llegado amanecer
- las ruinas, la ciudad y el peregrino
- saludando.
- Un embrague en cada elipse,
- cada trazo es una hoguera.
- Me voy ferrocarril
- un punto el iris, donde un ángel
- cuando surca el golpe el peso tu estrechez
- y el alivio.
- Un teléfono que Dios
- afortunadamente
- no contesta
-
- ANALISIS
-
- Yo solo tengo el desierto y no es una
parábola
- analítico anárquico aplanado
- anacoreta anatemático analéptico
- anagramático anacrónico y análogo
- anaquel anaranjado anacoluto
- anamorfósico anatómico analecta
- anal.
- En cana
- sin una cana
- como una rana
- como badana sin la banana en primera plana
- como una anciana como su hermana o como
una enana
- una campana de porcelana nada cristiana
- casi fontana menos manzana y algo
hortelana
- una membrana tras las persianas cada
semana
- bebo tisana tú mi villana mi cruel tirana
- me da la gana no doy la aduana ni oigo la
diana
- con tantas ganas en caravanas casi paganas
- también mundanas algo livianas pero
tempranas
- un poco ufanas por lo profanas cuando
desgranas
- así tú emanas nunca subsanas
- aunque engalanas.
- Mi querida Ana,
- tienes cincuenta y una razones para
anarte.
- Yo sólo tengo el desierto,
- el estoicismo de Hierocles
- y la duda y la esperanza
- de tus ojos
-
- UN AZUL Y OTRO AZUL Y UNA CELADA
-
- Hasta el tuétano trinomio soy poseso de
humedades.
- Siempre ocurre que el océano
- me tiende una celada,
- asiéndome en la nuca como un verbo,
- un batiscafo
- tan cerca de los peces y del ultramarino,
- tan lejos de los botes
- y las brújulas.
- El quintoeco de tu esencia
- es donde empiezan los horizontes de
vértigo.
- Es por eso esta botella al mar como quien
teje,
- con una vara de ciego,
- escrituras en la noche,
- cuando un azul y otro azul
- lo son tan inmensamente
-
- CAYENDO
-
- En el límite del mar
- es el otro, no yo
- ni este turquesa donde imploto,
- circunciso mi carne del estigma.
- He rondado el paroxismo, casi un diario
- este fénix este acorde que reciclo en mi
impotencia,
- arrastrando el desaliento donde cabe.
- Desvarío de folklores y egotismo,
- testimonio donde aún el genocidio no es
nostalgia:
- un hombre, sea su pan bajo el brazo.
- La epopeya es la bonanza de esta tarde y
de todas.
- No es temblor en la columna porque un
hombre
- alucine de inocencia:
- se está cayendo
- cayendo
- cayendo.
- Cayendo está la tarde
- y no apareces
-
- LA EROSION Y OTRAS TERNEZAS
-
- Por los días de los siglos padezco
insomnio,
- un hueso de monogamia atraviesa mi
intestino.
- Es por eso que, a veces, en el baño
- me demoro.
- Conozco estalactitas que padecen de
vértigo.
- No confío al heliocentrismo mis certezas,
- optimismo que evaporas
- como el agua del Sahara y el resto de los
muchachos.
- La rosa de Rilke se disecó entre mis
manos.
- Con sus pétalos de cera
- puedo armar un ladrido,
- eyacular sobre el clítoris de un ave.
- Sí, porque la venganza es inútil
- pero el color de sus mejillas
-
- RAINS
-
- Porque desde aquel eclipse mi letra es
pasto de tu ego,
- mi bellísima rumiante,
- siempre me lloro en la lluvia.
- Yo también
- soy solidario con toda la ceniza,
- coloco un nido en cada punta y gotera.
- Tengo algo así como doscientos
- millones de kilómetros
- de nostalgia.
- La nostalgia, ah, la nostalgia,
- es más cruel que cualquier primavera
- pero la muerte lo es más que todas las
posibles.
- La lluvia es tan fría, pongamos, como la
muerte.
- La lluvia lo es tanto,
- o más, que todo olvido
- y llueve
-
- TREINTA Y SEIS VISTAS DEL MONTE
FUJI
-
- Quedamos tú y yo, luz que subviertes mi
memoria.
- La ola de Hokusai nos seduce a ser en
ella.
- Cada porción de tu cuerpo es una vista
del monte Fuji.
- Tus piernas, un lepidóptero hasta mi
espalda,
- un cigarro y un no vestido.
- Que te amarre - dices - que aventure
- el placer donde me tientas la epiglosis.
- Quedo yo
- un cigarro y un vestido y un dolor
- donde los pétalos crujen y el mar en
calma.
- Si pudiera ser Orfeo
- en regocijo y no llorar
- la saudade por las tardes y las noches que
no son
- ni tener frío
-
- POEMA ZOOLOGICO Y UN DISPARO EN
SARAJEVO
-
- Las mujeres
- son animales muy caros.
- Ya ves, el Rinoceronte se marchó de esta
ventana
- donde me salva el calendario y un tercer
aire.
- Que yo pueda
- sentir el hormiguero en mis mejillas
- y ditirambo sea la palabra que me enferma.
- Me enfermo casi hasta morir, hasta llorar
gatos y perros.
- Un ciego bebe en Estambul por la derrota
de los Persas,
- una mortaja de olivos, una pecera
ardiendo.
- La realidad es una ventana y ordenadores,
- una tecla que se oprime o un ratón que se
pulsa.
- Dime
- si esto no es lo que esperabas.
- Soy un zoológico de afectos y requiebros,
- sobre la espalda de mi amante tomo el
néctar
- que extirpó en su bostezo Schopenhauer.
- Donde ayer crecía un cetro y el
himenóptero danzaba
- he fabricado un registro y una frase.
- Cuando no, como una vaca en disciplina,
- mi apéndice predilecto pierde moscas y
faunos.
- Gentileza: me levanto de dientes, me
cepillo las mañanas.
- Sufro caries, sin embargo, y adicción a
la glucosa,
- juego todo lo que tengo a los caballos con
marca.
- Amarizo en cada seno,
- cada pezón, cada mujer es la Venus de
Willhendorf
- porque la bruja de las nieves, la
recuerdo,
- me ha raptado el miocardio en su trineo
salvaje.
- Cosió un adiós a mi pecho con sus hilos
y el fuego
- y su aguja y su cristal y sus ojos y el
vasto.
- Me queda una esperanza como un breviario,
- un disparo en Sarajevo o las memorias de
Oppenheimer.
- Yo no soy el exégeta que exime ni culpa.
- Si muriera
- antes de despertar
- es posible que avestruces me mostraran su
esfínter
- pero vivir es seguro que recobrara el
sentido.
- No habría de estornudar la porcelana de
ilusiones,
- las ballenas no vendrían al salitre
- a entregarle su agonía a los
depredadores.
- Siempre ocurre un personaje
- con leontina y mucha prisa,
- un habitante del desierto reciclando
- la ventisca
-
- VERFREMDUNG
-
- Esta noche, como todas las noches,
- pero más que todas las noches,
- aspiradora y fuerza, pandemonium mujer que
es todas las mujeres.
- Visita que se invoca pero siempre la
pérdida
- rodando al horizonte, en mi memoria y en
el viento.
- Abismo taxidermia donde desnudan los
ciegos,
- donde el suicida hace su número
escrupulosamente,
- saliva de los perros que se expande,
deshaciendo
- toda predilección que huela a
inmunidades.
- No, no es un juguete eso que ves al sur de
mi ombligo.
- Bájame el llanto entre las piernas
- donde pronuncio
- hoja y árbol cuchillo, papel donde
blasfemo,
- lecho y carne, miembro y muere.
- Me arrastra hacia la altura, ingravidez
- hasta ese punto
- tan cerca de la luz, promiscuidad donde
confluyen
- los amantes sobre un iceberg.
- Sí, existe un epitafio en cada nexo
- de dolor e inmediatez, existe un epitafio.
- Sí, la condena es otra cosa.
- Es mi cabeza roja como la nieve.
- Es mi cabeza golpes, y blancura de sangre
- explorando embistiendo naufragando
- viviendo siempre
- muriendo a veces resucitando.
- Soy un muñeco de esperma en el viento del
deshielo
-
- WINTERTIME
-
- Invierno
- como Joplin punto Janis en el fichero.
- Un colmillo, una estación que nos
devuelve
- el graznido y el cristal en la vendimia.
- Devuélvete
- botella de Leyden, devuélveme la boya y
los cimientos.
- No es el calor que se trenza con los
brazos,
- geopolítica y sexo atravesándome la
horquilla.
- Un alero en comunión sobre la aldaba y
cobertizo.
- Padezco de capirotes, de ecolalia y de
ungúentos,
- pronuncio sin error: otorrinolaringólogo,
- un eclipse en cada ojo, una barrena y
espinacas.
- Soy Juan en Patmos y veo el Apocalipsis:
- inscribe la perversión que va signando el
Averno,
- aversión, adversidad, escriba en el
sepulcro
- y el enebro en el Atlante.
- Broca escarcha
- exégesis y cuenco,
- eutanasia para el viento y anzuelo a las
monedas
- aguamanil y aguafuerte,
- hipotenusa
-
- ZEPPELINES
-
- Un grial que no encuentro en la pesquisa,
- confidencia: un castillo en la
estratósfera.
- Tengo una excreta en la retina y una
punzada al sur,
- ese país en el que nunca
- vertebraron los herreros una llave y un
alisio.
- Retornarán
- y el olvido ser muerte este presagio
- porque fiebre es de algo más que
zeppelines.
- Se adelanta el palafrenero
- a degollarme escatologías y ternezas.
- Voy llorando sin mostacho junto al corcel,
los azotes.
- Ya no paro de hablar,
- vendo condones de mercurio en Budapest.
- Una termita es casi un globo y se despide.
- Como si toda la letra no fuese una
convención
- justo al oeste del Edén,
- mis labios armonizan con la tormenta.
- Mi cuerpo es una grieta en la cultura
- ¿Qué podr n decir ahora los doctores,
- los pajarracos que destrozan las
almohadas,
- si mi cuerpo es una grieta pero además un
enano,
- un niño de pies que tuercen y una bandera
- de carne, de cenizas y de huesos,
- una inyección en las venas
- y una fogata?
-
- ASTROLABIO
-
- La tarde está soltándome
- esos pájaros en mi lengua.
- Secreción de la brizna, homeopatía,
- conferencia de paz y un astrolabio.
- La salamandra ha atravesado mi cabeza,
- un escarpe monosílabo y tangente.
- Anida entre su pelo, Dante Gabriel
Rosetti,
- una dama en si bemol, un albur y un
badajo.
- Una campana
- el beso a Beatriz después del Purgatorio,
- sangrándome en canal, en celada, en
celosía.
- Quise decir en un poema que la amaba
- pero vi la traición en metáforas y
puertas,
- bajeles en que voy
- y surco los exilios.
- Laberintos que se expanden, lubrican
ensoñaciones.
- No era el Bosco un baobab, tampoco las
delicias.
- He tatuado en mis párpados
- la noche en que le entrego
- mi ceniza y mi garganta
- hasta la lengua
-
- PROPIEDADES
-
- Yo vi morir un mundo nuevo.
- Mis medallas inexisten y me atan al cad
ver.
- Alguna vez
- quise morir
- como Amadís de Gaula en Bahía de
Cochinos,
- morir,
- en el recuerdo de los otros, perdurar.
- Recuerdo y más:
- mi burbuja en reverencias, me agota la
gimnasia
- entonces
- mi casa era la casa de todos,
- la sociedad de todos me lo daba
- todo
- me lo daban también mis padres
- y yo ignoraba
- todo
- lo demás vino después
- cuando la vida comenzó a contener
violencia,
- sexo,
- y lenguaje de adultos.
- Quisiera
- un inmueble, vista al mar,
- una mujer, comprensión y una amante,
- un trabajo y aprender
- a tocar saxo,
- y un perro tal vez
- para cuidar las propiedades.
-
- DINOSAURIOS
-
- Era entonces que cambiábamos el mundo.
- Nunca fue.
- Me duelen esos años de adolescer
adolesciendo adolescente.
- La cofradía es la memoria
- pero crecer resulta un poco de la amnesia.
- Sólo estos días de sentarse y desandar
el desapego,
- sólo estos días...
- tenía un fusil de repeticiones y una
moneda
- un filtro y un laberinto
- un uniforme.
- Todo algoritmo era un odio y me saltaba
los charcos.
- Si me encuentro un Dinosaurio siempre
escucho su consejo.
DEL POEMARIO: "VEINTE POEMAS PARA NO
AFEITARSE"
- I
-
- Si arrastro la vergüenza de haber sido
- fragmento adolescente del iluso,
- agonía de ese cisne que yo acuso
- en las aguas procelosas imbuido,
- si quebranto infinito, ave sin nido,
- tierna fauna volando su reclamo,
- el naufragio de quimeras que yo amo
- fuerza el ojo al dolor, muda el sentido.
- El inútil sendero que se olvida
- es la mueca que teje el ya no ser,
- llama, invoca un abismo, una mujer.
- La nube tantas veces recorrida,
- es verbo que lapida el optimismo,
- una eterna estación, siempre lo mismo
-
- II
-
- Ella tenía dos cuernos en el vientre
- y una breve sonrisa erosionada.
- Flor vetusta, tañida por un hada,
- violentando un favor: que no me encuentre,
- me seduzca y sutil se tienda luego,
- bostezando un aullido su regazo.
- Inundaba mi piel, ternura y lazo,
- implacable rumor, naciente fuego.
- Ella tenía unos glúteos envidiables
- y una concha que se abría, inseparable.
- Su interior sobresalía por lo abrupto.
- Su pelo era violencia de las manos.
- Su espuma, la nostalgia del balano.
- Yo era un torpe escolar, algo corrupto
-
- III
-
- Yo te vi, profanando el empedrado,
- casi hojeando tristezas de un estante.
- Las gaviotas vagaban cada instante.
- Un ángel se posó y quedé avisado.
- De esta suerte vibraron viejas calles
- que Cronos ha cebado en su venganza.
- Vas trocando tu reino de esperanzas.
- Yo rescato el infierno y los detalles.
- Mientras sorda la jauría se desboca:
- blasfemar convicciones y desastres.
- Yo te beso en memoria de ese cielo
- como rompe el mar, el muro y en tu boca
- va un pincel que no muere de su lastre
- mientras rompe coraza su deshielo
-
- IV
-
- Esparce la humedad su fértil manto
- de espuma hasta tu cuerpo. El intervalo
- de tu sexo es lujuria. Siempre el falo.
- Si es bocado de ti lo inunda el llanto
- que tu garganta vierte en convulsiones
- y espasmos que me entregas. Apacible
- proscripción de toda ancla por punible
- mordaza y sinrazón de variaciones.
- Yo puedo prescindir de la perjura
- esbeltez de tu costilla y el Eterno.
- Volver a ser el otro y ser yo mismo
- a la vez, consumado en tus honduras.
- Mujer, cálida lluvia en este invierno.
- Padecer vocación: el cataclismo
-
- V
-
- El rencor de mis años, silencioso,
- se agazapa sutil en cualquier hoja.
- Es el canto violento que te enoja,
- es el renglón que saltas, presuroso.
- Y si buscas todavía amables glosas
- en tan pérfido azogue, mi alma oscura
- es un verbo infeliz que se apresura
- por borrarte cabeza y mariposas.
- No me lances estigma de esta suerte.
- Consagrada la vida por la muerte,
- es voraz segador el analecta.
- Ha inventado el reloj y cada mano
- que ha escogido la arena, y cada grano
- de esta senda y virtud casi perfecta.
-
- VI
-
- Ella dilapidaba su textura.
- Víbrame el fatuo candil, cede la huella:
- la nota que faltaba en la botella.
- Me quedaba la nube, la pavura.
- Desvariando invoqué el escepticismo,
- contrastaba con vanidad feliz.
- Fe y razón de inmolarse en el barniz,
- no era mueca todavía el optimismo
- ni el amor fantaseaba. Sólo seda
- al misógino en farsa, no sabiendo
- que incauto está brocando el lastimado.
- La víscera es volver, toque de queda.
- Clava en ella los hilos, confundiendo
- acertijos de un miocardio y halagado
-
- VII
-
- Viajo ebrio, cercenada mi coraza.
- Quiz sea como decíamos ayer:
- seduce lo brumoso del placer.
- Nada soy, ni este trofeo de la caza
- murmurado entre sombras y de noche,
- sin grosor la semilla es de ceniza,
- el rencor es moneda y mucha prisa,
- ruptura es luego posesión, reproche,
- y me nace, sutil, la palabrota,
- como ante el verbo trascender estalla.
- Juego estéril, patético resuma
- en la orilla del mar, verde gaviota,
- confundiéndoseme néctar que no ensaya
- y sentado en mis ojos, bebe y fuma
-
- VIII
-
- Mi sexo sobrevive a los naufragios
- de la piel. Las sirenas me han besado,
- pero no cantan ya. Todo ha pasado.
- Mi soledad se olvida de presagios.
- Se olvida de sí misma pero a ratos
- la vida es sobrevida y yo me muero
- en la muerte que muero y sobremuero.
- Viene un ángel, me escarba los estratos
- del placer más remoto. Me habla. Mudo,
- mi corazón simula un dirigible.
- Estoy solo, aprehendiendo lo que queda.
- Tentación que soporto. Nunca acudo.
- La nostalgia es habitable y es sufrible
- el asceta ingrediente que te veda
-
- IX
-
- Imagina explosión que no se acalle,
- que libere toda la ira del mundo
- en el más bello instante, el más
profundo
- abismo ingobernable de algún valle.
- Imagínate instinto sin razones,
- proscribiendo del cielo grises nubes.
- Imagínate arcángel o querube
- desbrozando violento las canciones.
- Créeme entonces, mujer, si así te digo
- que a mis ansias también poda cordura
- y que enfermo de deseos reprimidos:
- ver inerte yacer a mi enemigo.
- Pero poco nos salva la locura
- y vivo en la impotencia contenido
-
- X
-
- Ven, tu cuerpo lento como la noche
- Enigma mis huesos, mi carne y espejo
- Recibe mi inocencia, los reflejos
- Oriundos de mi sed que no es reproche.
- Negándote coartada, estriba cielo
- Infinito en los nudos, sangre pura
- Cabálgame, vellón de tu juntura.
- Abrete, gata, envuélveme en tu celo.
- Sé razón de un sombrero de milagros,
- el alud de mis arterias y su huella.
- Yo te ofrezco una arena, un mar que
embiste,
- una isla artificial que te consagro
- si no basta la punta de una estrella,
- mis huesos y la piel que siempre viste
-
- XI
-
- ¿Viste anoche llover de Dios las ubres?
- ¿O es mi voz que está llorando por irse,
- por llenarse de velas, por vestirse
- de ausencia en la región más insalubre?
- ¿No notaste una señal en el cielo?
- Era yo que invocaba las ternuras,
- esos raros paraísos sin molduras
- evocadas por la sangre. Y este velo
- es la sombra que me ronda y que me ata,
- sordo al mástil. La espuma me remata.
- Inclemente conjuro el desapego
- vigilándome el ángel, la otredad.
- La avaricia es cercana y breve edad
- retorciendo las penumbras de mi ego
-
- XII
-
- Y búscame si el azar no te basta.
- Desanda los caminos de premura,
- la magia, si en tus ojos aún perdura
- intacta por la lluvia breve y casta.
- No me condenes, polvo en el espejo.
- Invoca esa canción que brota en vano,
- instrumento al latir, verbo profano.
- Me implica en su virtud desde lo lejos.
- Varado está el rumor en los abismos.
- Cada golpe en tu pelo, cada sismo
- desnudándome el beso iconoclasta,
- va y me impide sufrir. De cualquier modo
- está el brillo que no muere y eso es todo
- lo que buscas, si el azar no te basta
-
- XIII
-
- Algo así como darte yo las gracias
- y no es una impostura en la mejilla,
- la ironía no es un bote ni una silla
- de agradecer no recordarte. Espacias
- el asombro, y el conejo es un extraño
- ardor en tu febril anatomía.
- Sin perfume luctuoso el alma mía
- es un beso en los ojos. Va sin daño,
- sin quebranto en las noches rebasadas,
- ni mordida de lobo junto al hueso.
- Ya los músculos se desentumieron
- y el deseo no es un pan en rebanadas.
- Mayor de los tributos sea por eso
- a esos vinos que así, nos confundieron
-
- XIV
-
- Puedo ser: estrategia de las rosas,
- una espina hasta tus ojos, distraída.
- Sucumbe en tu fulgor, ala perdida.
- Desánimo es el punto que me acosas.
- Yo no excomulgaré lo que te presta
- en tu alma el fruto vil. Desasosiego
- que excusa no ser , va ardiendo el fuego
- que está en tu vientre. Me hace bien. Me
cuesta
- asir de ignota tierra, probidad
- y ahora, está tu carne y me diluye. Creo
- que Dios nació un día en que yo estaba
enfermo.
- Renazco en la blasfema epicidad
- del orgasmo en el que asciendo. Entonces
veo
- que lejos de tu vulva todo es yermo
-
- XV
-
- Amor mío: vendrán deshollinadores
- a limpiarte ceniza de los ojos.
- Será el borde, tu blusa. Siempre rojo
- tendrá constelación con los temblores.
- Siempre habrá la certeza. Siempre el filo
- de tijeras será como tus piernas:
- visible manicomio donde internas
- fragmento de razón que acecha en vilo,
- el ácido licor de tus tristezas,
- esa luz donde no se vio ninguno
- y la perversa marea que te labras.
- Sé el recuerdo que cuelga en tu cabeza
- y recuerda: vendrán los oportunos
- hacedores de olvido: no les abras
-
- XVI
-
- Por pedirle yo a mi alma que te alcance
- he dejado, mujer, abierto el pecho,
- desangrar el corazón. Cada lecho
- ya me es algo que en paz nunca descanse.
- Confúndeseme todo con amante.
- La caricia en mi espalda es la zozobra
- de algún adverso viento que me cobras,
- invocándome el labio lo tremante
- que hace el nido en pulmones de doncella,
- que he cantado en la penumbra y en tu
aliento.
- Grieta blanda y rosada, recelosa.
- Vasta ardilla, la voz que me degüella
- es arrullo que pena el sentimiento.
- Absorto en mi rencor, cultivo rosas
-
- XVII
-
- Desbroza los senderos, retornar
- desandando tu cuerpo en cada grieta,
- el callado lamento que te aprietas
- en tu fuego, mi amor, al recordar.
- El poema que lancé junto al abismo
- va por ti, por tu cuerpo, se incinera.
- Es flor, difunto convertido en cera
- y mi voz que claudica al espejismo.
- Detrás el muro, el sol, la voz que canta.
- El ave es un indicio en la garganta,
- toma el tacto, caricia de mis manos.
- Yo moriré un día de frío o cualquier
cosa.
- La historia que inventamos fértil posa,
- se demora en tus muslos casi hermanos
-
- XVIII
-
- Se tendió y el piso era un vecino. El
techo
- lo fue siempre y colmó con la palabra
- donde el más negro cielo muros labra.
- Sordo, cómplice humor iba en mi pecho.
- En el vivo paisaje de la muerte,
- desnudo entre las sábanas, jadeaba.
- Era el miedo a seguirla quien me ataba
- y extirpó tentación de ser inerte.
- Cansado de-venir, mi muslo roza,
- condena una matriz o la destroza.
- La vulva desespera la llegada.
- Aún conservo sus marcas en la piel.
- Frenética danzaba en su vergel
- la más fúnebre paz de toda almohada
-
- XIX
-
- Angela: diamantes y tragaluces
- son avispas no perversas en ósmosis.
- Presencia ausente en ti, benigna dosis
- que inyecto a las caricias que traduces
- porque sólo para eso abre la boca
- del tiempo mi reloj, no su impostura,
- demencia de este cuerpo que se apura
- a beber en el viento que me tocas
- y no en las nieves del olvido. Tanto
- como nubes tus pechos, diminutos.
- Mi lengua es una lluvia y sin-razón
- se desea dilatar cada minuto.
- Si yo tuviera voz y un corazón,
- no un beso ni esta flor que nunca
espanto..
-
- XX
-
- Tú, que puedes volver sobre tus pasos,
- que ignoras todo adiós irreversible
- y la arena fatal, esa invisible
- progresión que destruye humanos lazos.
- Tú, que bien puedes reír cuando el
amante
- es promesa de amor y eternidades
- porque ves qué destreza las edades
- le brindan al descuido y lo mutante.
- Tú, que no existes o que sólo lo haces
- para mostrar-me espejo de lo leve,
- dime dónde dejé mi alma olvidada,
- en cuál de esos momentos tan fugaces
- en que no me aparecía algo tan breve.
- Devuélveme a ese tiempo y su morada.
- CURRICULUM
VITAE
-
- NOMBRE Y APELLIDOS: Adrián Valdés
Montalván.
- FECHA Y LUGAR DE NACIMIENTO: Ciudad de La
Habana, 1972
- Graduado de la escuela Elemental de Artes
Plasticas"Paulita Concepción", graduado de la
Escuela "San Alejandro" como Pintor, Dibujante
y Profesor de Pintura y Dibujo.
- Trabaja en un Proyecto de Performance
Ilustrado.
- Ha realizado ilustraciones para la
Editorial Ciencias Sociales en CUBA; parte de sus
trabajos como artista plastico y escritor han sido
publicados en Plaquettes y Plegables Promocionales por el
Banco de Ideas Z. CUBA
- Desarrolla desde 1996 un proyecto personal
de Performance Ilustrado.
- Tiene realizadas varias exposiciones
personales y colectivas como artista plastico.
- DIRECCION PARTICULAR: San José No 157 e/
Remedios y Quiroga, Municipio 10 de Octubre, Ciudad de La
Habana, CUBA. Teléfono: 99-44-98.
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COMPENDIO N°2
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